 
    Marcos 12: 30-31
      "Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo."
Creemos que cada persona, cristiana y no cristiana por igual, es valiosa para Dios. Esto significa que hacemos todo lo posible para crear un ambiente amigable y acogedor en Templo Pentecostal. Ya sea que sea su primera visita o que haya estado aquí durante años, queremos que se sienta como parte de la familia. Nuestro objetivo es presentar el mensaje de Jesús de una manera simple y creativa que impacta los corazones y transforma vidas.
Como se trata de amar a Dios y amar a las personas, honramos la diversidad y creemos que estamos llamados a vivir en unidad. Reconocemos el valor que las diferentes etnias, géneros, edades y estados socioeconómicos aportan a nuestro cuerpo. Una forma clave en la que buscamos amar a quienes vienen a Templo Pentecostal es a través de nuestras actividades y, específicamente, nuestros servicios regulares. Invitamos a aquellos que consideran a Templo Pentecostal como su familia a unirse a nosotros como voluntarios para dar la bienvenida y amar a aquellos que dicen "sí" a lo que Dios tiene para ellos.